PUESTA A TIERRA


Se entiende por puesta a tierra la vinculación intencional de un conductor a tierra. Si esta unión se realiza sin interposición de resistencia (o impedancia) alguna, decimos que es una puesta a tierra directa, en caso contrario será una vinculación indirecta.
La importancia de la puesta a tierra en instalaciones eléctricas domiciliarias radica en la seguridad contra tensiones peligrosas para las personas por contactos indirectos
TIPOS DE PUESTA A TIERRA
De acuerdo al objetivo de las mismas se pueden clasificar en:
          Puesta a tierra de servicio ( o funcional)
Es la que mantiene el potencial de tierra de alguna parte de los circuitos de alimentación, como ser los centros estrella de transformadores y generadores.
          Puesta a tierra de protecciónConsiste en la puesta a tierra de los elementos conductores extraños a la instalación para brindar protección contra contactos indirectos; es decir permite derivar las corrientes de falla peligrosas para las personas.
          Puesta a tierra de referencia
Es la destinada a brindar un potencial constante, que podrá ser empleado como referencia de distintos equipos.
          Puesta a tierra para pararrayos
Es la encargada de llevar a tierra las sobretensiones producidas por las descargas atmosféricas.
En algunas ocasiones se realizan puesta a tierra conjunta: funcional y de protección.
Sistemas de puesta a tierra:
-          Sistema de varilla “cooper well2
-          Sistema de plancha
-          Sistema de red o malla
-          Sistema de disco
-          Sistema de esfera
 
   



PROTECCIONES DE EDIFICOS
PARARRAYOS
Las tormentas eléctricas son fenómenos naturales que no pueden evitarse, los rayos impactan en las edificaciones, los servicios que entran a las mismas, y la tierra cercana a unos y otros. Estos rayos producen grandes daños en las instalaciones y en las personas por eso es que es de suma importancia tener protecciones contra ellos.
Un pararrayos es un instrumento cuyo objetivo es atraer un rayo ionizado del aire para conducir la descarga hacia tierra, de tal modo que no cause daños a las personas o construcciones.
Las instalaciones de pararrayos consisten en un mástil metálico (acero inoxidable, aluminio, cobre o acero) con un cabezal captador. El cabezal tiene muchas formas en función de su primer funcionamiento: puede ser en punta, multipuntas, semiesférico o esférico y debe sobresalir por encima de las partes más altas del edificio para evitar que una gran cantidad de carga eléctrica provoque daños, como incendios o incluso la muerte de personas o animales. El cabezal está unido a una toma de tierra eléctrica por medio de un cable de cobre conductor. La toma de tierra se construye mediante picas de metal que hacen las funciones de electrodos en el terreno o mediante placas de metal conductoras también enterradas. En principio, un pararrayos protege una zona teórica de forma cónica con el vértice en el cabezal; el radio de la zona de protección depende del ángulo de apertura de cono, y éste a su vez depende de cada tipo de protección. Las instalaciones de pararrayos se regulan en cada país por guías de recomendación o normas.
El objetivo principal de estos sistemas es reducir los daños que puede provocar la caída de un rayo sobre otros elementos. Muchos instrumentos son vulnerables a las descargas eléctricas, sobre todo en el sector de las telecomunicaciones, electromecánicas, automatización de procesos y servicios, cuando hay una tormenta con actividad eléctrica de rayos. Casi todos los equipos electrónicos incluyen componentes sensibles a las perturbaciones electromagnéticas y variaciones bruscas de la corriente. La fuente más importante de radiación electromagnética es la descarga del rayo en un elemento metálico o, en su caso, en un pararrayos. Las instalaciones de pararrayos generan pulsos electromagnéticos de gran potencia cuando funcionan.
Los pararrayos no solo se colocan en edificios también se colocan en grúas, en torres, en lugares altos.




   

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